Sábado 20 | 11 a 14h y de 16 a 20h
Domingo 21 | 11 a 14h
El humor es lo único que nos queda cuando el fracaso es más que evidente. Cuando todo se vuelve en contra, se te mojan los zapatos, un coche te salpica, pisas una mierda y en la tele solo salen paridas de mal gusto y genocidios disfrazados de patria y miedo, la sonrisa es lo único que conseguirá que limpies toda la basura que te rodea, que no es poca pero que tampoco es tanta, porque todavía puedes esbozar ese pequeño gesto que abre tu boca, libera tu garganta, extiende tus brazos y ensancha tu alma.
Reir es sano, eso nos dicen continuamente, sin embargo, no es tan sencillo logarlo ¿O si? Si, en realidad lo es, sólo hay que estar dispuesta a seguir caminando con el viento en contra y sentir que despeinada estás aún más guapa, porque estás como tienes que estar, sin aparentar nada, sin tener qué, sin deber qué, estás auténtica, contenta con lo que eres en ese momento, dispuesta a mostrarlo (que no demostrarlo) y a compartirlo con otras personas.
El clown es una herramienta maravillosa no sólo para hacer reir a lxs demás sino, para reirte de ti misma. Siempre tenemos que andar perfectas, sobresalientes (fíjense en la etimología de la palabra), dispuestas a todo, preparadas para el amor, la guerra, el trabajo, la familia, la amistad, y siempre, con la presión de ser mucho más de lo eres. Ser una payasa es simplemente ser lo que se es si no se tuviera esa infernal presión que nos lleva a aplastar cualquier atisbo de espontanéidad. Todas las personas sabemos que somos imperfectas sin embargo, guiadas por una escala social falta de sentido común y honestidad, apostamos por lo que no somos hasta convertirnos en personas tipo que no se atreven tan si quiera a sonreir. Contra todo este condicionamiento represivo, ser una payasa se convierte en una estrategia de lucha. El humor viene a saciar todo nuestro descontento, a enseñarnos como ser perfecta es ser tú misma y a custionar la realidad en la que nos hacen creer, que con los ojos abiertos, se presenta como un tinglado sin mucho que aportar a la resilencia y si a la destrucción.
Acidez para sacarle los colores a la corrupción moral y social, es lo que la risa de medio lado, o la carcajada extravagante, nos da cuando estamos dispuestas a estar en la mierda (frase muy utilizada por lxs profesorxs de clown) y salir hacia delante. El miedo se convierte en nuestro resorte y la improvisación, en todas las posibilidades que creíamos hechas para otrxs y que en ese momento se presenta en bandeja para que las utilices y salgas de esta cárcel de convencionalismo que te convierte en una persona sin personalidad ni estilo.
Haizea Murgia sabe mucho de esto. Ya sus poesías hablan de ello, ya su alter ego Malabaricia, lo expone claramente, ya su activismo y su ternura, lo dejan a la vista. Colaboradora habitual con el espacio, nos propuso este taller para que otras personas, pudieran acercarse a esta herramienta, muy útil y sana para los tiempos que corren. En sus propias palabras lo que en el taller acontecerá:
Trabajaremos la mirada del clown, la vulnerabilidad, la sensibilidad y la espontaneidad desde el disfrute. Jugaremos, sentiremos, reiremos, improvisaremos. Sin juicios. Perderemos el miedo al ridículo. Seremos libres.
Las plazas son limitadas y el precio por las 10 horas de taller es de 50 euros (2,5 euros la hora, vamos, una cañita). Las inscripciones habrán de enviarse a malabaricia@gmail.com
La formación teatral de Haizea Murgia (Malabaricia) comienza en 2008 de la mano de Maite Guevara y ha sido alumna además de Virginia Imaz, Marcelo Katz, Antón Valén, Marina Barbera, Dario Levín, Ramón Merlo y Cris Martí, entre otras/os. Es además educadora social.
Trabaja como clown de hospital en el Hospital universitario de Cruces y está trabajando en unipersonal de clown para adultos: “Malabaricia”.