Estoy harta, estamos hartas. No razonamos el por qué. No podemos permitirnos el lujo de perder lo único que nos queda: La Fe. Escurridiza la maldita fe, estandarte de hogueras, inquisición de principios fundamentales. Enemiga de la razón y fanática de guerras y hombres. Fe y emoción, rabia otra vez… golpear, reventar, meterse en un bucle, patinar, hasta que no note que me asfixio, yo no disparo y pongo límites. Me parto por la mitad si eso es lo queremos. Yo me parto en mil y alguien hará alguna forma geométrica para evitar que entre trozo y trozo, entierren para siempre mi corazón de piedra.