Marakas on Fire Fest

Marakas On Fire Fest son dos tardes de música en la Karpinteria, cuatro conciertos muy
sugerentes que nos van a poner las pilas para afrontar la cuesta final de año.
Imagino que habréis pillado la ironía de “festival”……………

Educados, Übriel, Jesucrista y Niebla vienen de la mano de Twobaskos, un colectivo que produce y realiza videclips de esencia Gran Bilbao. Pásate por su canal, a escuchar y ver a estos Twobaskos.

Como la Karpinteria fluye por si sola y atrae a quién tiene que atraer, este colectivo está desde hace unos días compartiendo local y gastos con nosotras. Eso si, para entrar hay que ofrecer algo, y ellxs nos ofrecen (a las Histerias y a ustedes) el Marakas On Fire Fest

Se nos presentan con esta ofrenda, que sencilla por sus cuatro conciertos y pretenciosa e irónica por su etiqueta de festival, es muy bien agradecida por nosotras, y esperamos que por ustedes.

Un quiero y no puedo, el rock utópico estoico. En 2010 se juntan, aún unos imberbes,
Educados. Se compran los instrumentos más baratos y proceden a aprender a tocarlos. Dos
meses después, tocan en la fiesta de navidad del instituto, Carnavales y la graduación. Sin
estar preparados. Siguen tocando en bares, y les seleccionan para el Wolfest12. Cosechan
críticas inmerecidas. Tan inmerecidas que ganan 4 premios en el Villa de Bilbao 2013 y el resto todavía está por escribir…

La mezcla perfecta entre Mikel Laboa y PJ Harvey, pero en días de mucha tormenta. Übriel decide sacar sus temas en solitario, al margen de Niebla, para ofrecer un recital mucho más
intimista pero lleno de fuerza.

El alfa y el omega unidos en una capa de sabiduría. Jazz minimalista, blues con luciérnagas,
onírica, una patada en los huevos y una llamada a tu conciencia. Sí, todo eso y más puede
ser Jesucrista. Si te preguntas como surgió este movimiento ocultista te podríamos dar la
respuesta, pero la respuesta la tienes tú. Una apuesta arriesgada y que va directa al centro del cerebro.

(…) Siempre hemos tocado en el interior de casa. Influidos por una sociedad de velocistas en la que impera la prisa y el estrés, Niebla comienza a moverse entre composiciones de una fragilidad y lentitud extremas, pero de actitud rebelde frente a ese mundo que nos horrorizaba. En otra de las casualidades (o causalidades) que rodean la trayectoria de Niebla surge la figura de Ariadna, que con sus delicados mantos de violín, las casi infantiles melodías de metalófono y sus somnolientos bajos completan la sutil y contenida cadencia de las nebulosas composiciones. De esta forma desarrollamos un estilo musical de melodías intensas, ritmos sincopados y una curiosa combinación de timbres electrónicos y acústicos. (…)